lunes, 25 de abril de 2011

FRAGMENTOS DE MÍ EN EL UNIVERSO


Hace rato que he estallado hacía el universo. Entiendo el hecho de haberme transformado en una cáscara vacía ambulante y perezosa, serpenteando las veredas en un remedo de persona que ya no soy.
Lo realmente curioso es la indiferencia circundante a mí alrededor. Lo mismo da un genio o un zombie; nadie se percata, a nadie le importa. Todos de una manera u otra, han estallado de igual forma sólo que aún no han tomado debida nota.
Lloro por la futilidad de la vida mientras esquivo un cadáver en la puerta de casa, residuo de una noche agitada o del asalto de las 6:30. Pienso y se humedecen mis ojos ante la duda del más allá de la existencia mientras le gruño con miedo y asco a quien pretende venderme algo o me pide una moneda. Ya no son humanos, son fragmentos como yo. Trocitos de nada disparados en un perihelio sin fin, condenados eternamente a vagar sin utilidad alguna.
Irrealidad. Divina y perturbadora sensación. ¿Por qué todo me parece ficticio? Sospecho ser el experimento de alguien y me enfurece. No soporto no tener el control, me rebelo ¿pero a quien carajos? That's is the question, nada original.
Creo que Philip K. Dick dio en el clavo en su novela "UBIK". Alguien con otra energía creó todos estos escenarios, disueltos a medida que avanzo. Por eso en realidad el pasado es un implante. Realmente nunca ocurrió, nunca estuvimos allí. No fuimos nosotros quienes protagonizaron tal o cual hazaña o vivimos tiernos romances con la mujer de nuestra vida. No es cierto. Desperté hoy y es lo único que puedo comprobar, pero no me pidan certezas de lo sucedido una hora atrás. No podría. Tengo dudas, no quiero ¡no me molesten! Pensar me asusta.
DIOS (¿cómo? ¿No era que...?) Lo que faltaba. Estoy de la nuca. Totalmente chapita, pero que vulgaridad. ¿Jamás podré ser original? Todo este miedo, la angustia, los ataques de pánico, el terror absoluto que me embarga, las pastillas, la mirada podrida de los médicos, más pastillas, más miradas de médicos, el deseo incontrolable de huir, de salir corriendo por la avenida gritando y puteando, pidiendo por favor que alguien acabe con esto, en fin, "eso" ¿Es un lugar común? Puta madre, pensé en alcanzar mayores alturas pero... "otro más del montón de los que no quieren ser uno más del montón" (Mafalda Dixit)
Utilicé los buscadores de la red para encontrarme. Salieron miles de datos en milésimas de segundo según la orgullosa página. Mi nombre, mi apellido, mis notas periodísticas, mis obras de teatro, mis escritos, mis videos, mis blogs, mis redes sociales, mis fotos. Pero yo no estoy. Veo un tipo cincuentón, pelado y gordo, con mirada lunática, fingiendo normalidad en donde no hay tratando de ser sociable cuando no sale ni a la puerta y le da calambre ver a un ser humano. Cada amigo que pide verme me somete sin saberlo a una sesión de tortura. Invento excusas infantiles, doy vueltas, me hago rogar, hasta que gano un enemigo y me dejan de joder.
Nos escribimos ¿dale? no me veas, ya no soy real. Ahorrate desilusiones. Nada me interesa. Estoy aquí porque mi alma se fue y me dejó de "casero" de mi cuerpo. Me parezco pero no. Mucha gente nos confunde.

Madre y Padre han muerto. ¿Están ahí? ¿Puedo chatear con Uds.? ¿No hay Facebook en donde sea que estén? ¿Twitter? ¿No? Señales de humo, ¿Algo? Bueno, tal vez el ciber de San Pedro se encuentre colmado a toda hora, lo comprendo, no es fácil. Además. No jodamos. Me cagaría en las patas. Sí, mejor lo dejamos para "otro momento". Gracias. Cuídense.
Me tropiezo again por mirar al cielo. Me rompí el dedo gordo encerrado en los zapatos viejos por ocuparme de lo eterno, mientras lo terrenal me saca callos. La historia de siempre.
Lo mejor ha partido en el estallido. Si me hubieran conocido antes. En cada fragmento hay tantas cosas... no es por versear pero, tanta creatividad, tanto poder, tanta luz. Giran y giran por el cosmos mis invenciones, brillando y brillando. Constelaciones de mí. Paraísos nacidos en mi cabeza hoy son reales en un paraje de luz y es tan bonito, lo sé porque me llegan fluctuaciones de quien supe ser. Tan feliz allí, tan soñado. Claro, hay tanto chanta... ¡cómo van a creerme! Todos decimos ser esplendidos ya no hay espectadores eso es sinónimo de fracaso actualmente. ¡Tenés que ser protagonista! ¿Pero entonces, quien aplaude? ¿Quién disfruta? ¿Cuál es el mérito?
Creo haberte amado locamente. Dado lo aquí expuesto, no puedo asegurarlo. Me llegan ecos de pasión, de éxtasis, de necesitarte tanto que esta cáscara se sacude. La nostalgia de tu cuerpo es temblor en la nada.
Fuegos artificiales. Un fragmento de mí cae a la tierra. En algún lugar un chico apunta el dedo cargado al cielo; ¡Mamá, Mamá! ¡Una estrella fugaz! La madre que fuma aburrida un cigarrillo mientras piensa en su amante, contesta con desgano: Pedí un deseo hijo, pedí un deseo.
Vaya paradoja, quizás ese deseo se convierta en mi reencarnación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario